NO TENEMOS NI FONDO...NI ARMARIO
El Ramón Sánchez-Pizjuán acogía este Sevilla-Barça con el ambiente de las grandes citas.
Los primeros compases del encuentro confirmaban que los de Nervión estaban dispuestos a demostrar por qué tantos equipos sufren en este estadio.
Sin embargo, la falta de profundidad en el banquillo terminó por pasar factura en la segunda mitad, justo cuando el encuentro pedía un golpe de timón para aprovechar la ventaja numérica tras la expulsión de Fermín López.
Antes de que el balón echara a rodar, se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de Santos Bedoya, una figura clave en la historia del club.
Un primer tiempo esperanzador El Barça salió enchufado, liderado por Pedri en el centro del campo y con la chispa de Raphinha y Lamine Yamal.
El primer aviso no tardó en llegar, con Yamal obligando a Nyland a estirarse tras una volea precisa. De ese córner nació el primer gol culé: Íñigo Martínez peinó el balón y Lewandowski apareció para desviar lo justo y adelantar a los visitantes.
Lejos de venirse abajo, el Sevilla reaccionó de inmediato. Saúl rompió al espacio y asistió a Rubén Vargas, que ajustó su disparo al palo largo para poner el 1-1. Nervión vibraba, y los de García Pimienta parecían decididos a plantarle cara al Barça.
Isaac Romero tuvo en sus botas el 2-1 tras una contra eléctrica, pero su remate salió demasiado flojo.
El Sevilla se mantuvo firme, buscando las transiciones rápidas y tratando de aprovechar los espacios a la espalda de la defensa azulgrana.
Sin embargo, la falta de acierto y las lesiones fueron minando poco a poco al equipo. Gudelj tuvo que retirarse por problemas musculares, y Saúl vio una amarilla que le impedirá estar en el próximo partido contra el Valladolid.
"NO SABE A QUIEN CAMBIAR...VA A PONER AL UTILLERO"
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